tuvimos un acto de convivencia en nuestra
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| Año 2009. Último de Pepe Ariza |
casa hermandad como en años anteriores,
donde se cambiaron impresiones sobre la
estación de penitencia y la cuadrilla. En
esa convivencia quien tuvo la suerte de
estar allí, y quien suscribe lo presenció,
pudimos ser testigos de esas cosas que te
hacen sentirte orgulloso de ser sevillano,
amar sobre todas las cosas a su Semana
Santa, ser de la Hermandad de la Soledad
y dar gracias a Dios y su Santísima Madre
en el misterio de su Soledad de poder estar
en el sitio oportuno y en el momento justo.
Después de que todos los costaleros se
hubieran tomado su bocadillo, y una vez
que nuestro hermano mayor hubo dado las
gracias a todos los miembros de la cuadrilla
tomo la palabra, por primera vez, creo que
en 50 años, y rompiendo el principio de
primogenitura, don José Ariza Sánchez,
segundo capataz de nuestra cofradía, a su
manera, como siempre ha sido y de la
forma y manera que todos lo conocemos,
dio a conocer a su gente, a la hermandad
y a toda Sevilla que desde que tocara el
martillo del paso de su Virgen de la Soledad
para mandar su arriá definitiva en la
Parroquia de San Lorenzo se retiraba de
mandar pasos, como a él le gusta decir. Lo
hacía en silencio, delante de toda su gente,
sin que nadie lo esperara, porque tampoco
son sus formas ni sus maneras, y dejándole
el testigo a su hijo Antonio y a sus sobrinos.
Ni que decir tiene que la ovación que sonó
en el salón de cabildos de la Casa de
Hermandad fue atronadora y de las que
pocos recuerdan haber escuchado otra
igual en ese mismo escenario.
Fernando B. (Diputado Mayor de Gobierno).
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